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Cambio climático: el mar está cambiando de color
El cambio climático está afectando al fitoplancton marino, lo que altera el espectro de luz solar reflejada
Reproducción parcial de un artículo de Miguel Ángel Criado para El País – Materia
Para finales de siglo, gran parte del mar habrá cambiado de color. El fitoplancton marino, la base de los océanos, está sufriendo el impacto del cambio climático, alterando su composición y distribución. Estos organismos usan clorofila para sintetizar la energía solar, siendo responsables de la porción verde del agua. Ahora, un estudio ha elaborado un modelo sobre cómo será el color de los océanos a lo largo del siglo según le vaya al fitoplancton. Con el calentamiento, los mares seguirán siendo azulados o verdosos, pero con nuevas tonalidades. Y el cambio de color indica toda una cadena de cambios en la vida marina.
Un grupo de investigadoras de universidades de EE UU y Europa han elaborado un modelo para estudiar cómo está afectando el cambio climático al fitoplancton y, por tanto, al color del mar. La mayor parte del calentamiento global lo están absorbiendo los océanos. Se estima que, de no hacer nada para reducir las emisiones de CO2, la temperatura media global de la superficie marina suba en 3º para finales de siglo. De ser así, se producirían una serie de impactos en el ciclo de la base de la vida oceánica, el fitoplancton.
Según los resultados del estudio, publicado en Nature Communications, buena parte del océano ya está cambiando de color y, para 2100, estiman que hasta algo más del 50% de la superficie marina podría tener otro color. «Los cambios serán muy sutiles, el ojo humano probablemente no los vea, pero sí los sensores ópticos», aclara la investigadora del MIT. «Sí, el mar seguirá siendo azul. Algunas regiones, grandes zonas al norte y al sur del ecuador, los giros subtropicales, serán posiblemente más azules, incluso», añade. Mientras, el verde se hará más presente en las aguas polares y en las aguas costeras tropicales donde el fitoplancton lleve mejor el calor.
Jefferson Keith Moore, biólogo marino en la Universidad de California en Irvine, publicó el año pasado un estudio en la revista Science sobre los efectos del cambio climático en el fitoplancton y las consecuencias globales de su reducción. Las plantas del mar, como llama al fitoplancton, necesitan, además de sol, nutrientes como nitrógeno o fósforo. Si la circulación oceánica es frenada por el calentamiento global, estos nutrientes no llegarán a la superficie. Al haber menos plantas, habrá menos zooplancton (animales microscópicos) de los que puedan alimentarse los peces pequeños, que reducirán sus poblaciones, lo que pondría en aprietos a los depredadores más grandes, como delfines, tiburones o humanos.