El teniente de alcalde de Estrategia Económica, Trabajo y Promoción de la Ciudad del Ayuntamiento…

David Pino: «Debemos pasar de la Smart City a la Smart Community»
David Pino, Director de Innovación social del Ayuntamiento de Sevilla, fue uno de los ponentes de la II Jornada Por una Economía Circular y Competitiva celebrada el pasado 13 de marzo en Gavá. Presentó la estrategia de economía circular de la ciudad con el objetivo de poner en la mesa políticas municipales de economía circular, con un enfoque social y para el bien común.
Pino comenzó su intervención con una pregunta: «¿queremos más de lo mismo?» Ésa fue la pregunta que llevó al Ayuntamiento de Sevilla a cuestionar el actual sistema de producción y consumo, que además de provocar una fuerte crisis ambiental, no impulsa la innovación ni el desarrollo humano. El consistorio hizo entonces una reflexión profunda desde un enfoque local, que sería la base para desarrollar el Pacto de Sevilla mediante el cual el Ayuntamiento se comprometía a poner en práctica diferentes medidas de circularidad. El cambio es visto como algo imprescindible y necesario a la hora de enfrentarse al nuevo paradigma y, al igual que los ponentes anteriores, afirmó que la economía circular es mucho más que reciclar, también es servitizar, reducir la extracción de materias primas y consumir responsablemente, entre otras.
Presentó las ideas fuerza que tienen en el Ayuntamiento de Sevilla para impulsar la economía circular y que les ayudaron a ver la necesidad de hacer cambios radicales desde un enfoque político, con el objetivo de crear un pacto que no estuviera basado en la competencia sino en la cooperación y que pusiera al ciudadano en el centro de las políticas públicas. De esta manera, se proponían políticas de empleo que sirvan como herramienta de inserción social, que priorizan la salud y la dignidad de los ciudadanos. La realización de estas ideas, afirmó Pino, debería producirse a través de la educación, la formación, la sensibilización y la difusión, todo lo cual gira en torno al concepto de un nuevo municipalismo de enfoque sistémico y holístico y que combina innovación tecnológica con innovación social, poniendo en el centro la democratización de la economía —es decir, que la economía sea una herramienta para contribuir al bienestar de todas las personas.
David Pino también habló de la importancia de la voluntad política y de tomar medidas a nivel municipal, ya que las políticas locales son la única herramienta que puede hacer que se cumplan los Objetivos de Desarrollo Sostenible impulsados por las Naciones Unidas. En Andalucía, el 30% del PIB es resultado de la compra y contratación pública, por lo que el compromiso de la Administración reflejado en el Pacto de Sevilla, la Estrategia Española de Activación de Empleo, la Estrategia España Circular 2030 y otras iniciativas que dan pautas para la implantación de la economía circular en el sector público, son de vital importancia para el cambio de paradigma.
El otro eje vertebrador del cambio es la ciudadanía. Es importante que la economía circular también sea una economía social, de manera que los ciudadanos se impliquen en las políticas de sostenibilidad activamente, pasando de ser agentes externos de estas políticas a tomar parte activa de las mismas; de esta manera aumenta el compromiso de la ciudadanía con las medidas aplicadas, haciéndolas más efectivas. Mencionó que la participación de los ciudadanos más jóvenes debe ser el principal objetivo, haciendo de la sostenibilidad un eje transversal representado en todos los aspectos de su día a día.
El emprendimiento se consideró como otra de las claves de este proceso de cambio, de manera que todos los ciudadanos puedan acceder a facilidades y acompañamiento a la hora de emprender. Para ello, el director del área de innovación social de Sevilla introdujo tres nuevos conceptos relacionados con la accesibilidad del emprendimiento a los ciudadanos:
- El derecho a emprender, como el derecho de las personas a poner una nueva iniciativa empresarial en igualdad de oportunidades.
- El emprendimiento con apoyo, creando programas que ayuden y acompañen a los emprendedores.
- El contrato en prácticas de emprendimiento, una manera de reproducir los contratos en prácticas convencionales en sector de la emprendeduría, para reducir los riesgos adoptados por los nuevos emprendedores y favorecer la creación de nuevas empresas.
Terminó su intervención planteando la necesidad de medir el éxito de los proyectos municipales de otra manera. Pino propuso pasar de utilizar criterios económicos y el PIB como indicador de éxito a aplicar otros criterios como los ambientales (huella hídrica, huella de carbono) y los sociales (p.e: número de puestos de trabajo de calidad generados). Además, puntualizó que el objetivo final de las acciones propuestas es transformar la ciudad actual en una ciudad más sostenible basándose en la accesibilidad universal, el uso de nuevos materiales, la reducción del tráfico y la creación de más zonas verdes, todo ello utilizando las nuevas tecnologías al servicio de las personas: “El objetivo que debemos perseguir es pasar de la Smart City a la Smart Community”.