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Sladjana Mijatovic: «La economía circular también habla de cómo hacer productos más eficientes»

Sladjana Mijatovic explicó el proceso de transición de Holanda hacia una economía circular, ya que el país acordó que en 2050 toda la economía deberá ser sostenible si bien en 2030 deberá haber una reducción del 50% en el uso de materias primas. Mijatovic remarcó que lo más complicado de todo este proceso es hacer que toda la sociedad productiva trabaje conjuntamente.

Por ello se escogieron cinco sectores prioritarios para la transición: biomasa y alimentación, plásticos, manufacturas, construcción y bienes de consumo. Y es que “la economía circular no solo habla de reciclaje, sino que también hay que pensar en cómo hacer unos productos más eficientes y reutilizar los productos ya existentes”.

Así, en esta transición de una economía lineal a otra circular, en Holanda se han establecido tres niveles estratégicos: hacer que los productos sean más eficientes, extender la vida útil de los productos o de algunos de sus componentes que ya están en el mercado, y el reciclaje o recuperación de los materiales de los desechos o bien su incineración para aprovechar su potencial energético.

Respecto este último punto, Mijatovic reveló que en Holanda no se ha invertido en vertederos, sino en incineradoras, y que ahora se quiere cambiar ese enfoque. Pero para que las empresas incineradoras no se queden sin trabajo, importan residuos de Italia y Francia. Por ello se preguntó: ¿cómo hacer la transición hacia un sistema de circularidad? ¿Qué debemos hacer con las incineradoras?

La respuesta está en los cinco sectores antes mencionados, en los cuales se estimula la transición a través de acciones relacionadas con la circularidad, como repensar el diseño inteligente y eficiente de los plásticos. “Queremos crecer dentro del sistema económico existente y sustituir los productos por otros más circulares e implantar soluciones que permitan reutilizarlos y ponerlos de nuevo en el sistema”.

La transición entre estas dos economías (la lineal y la circular) se mide, según Mijatovic, observando la tecnología y los actores implicados así como analizando los resultados de las acciones aplicadas. Al final, a través de los efectos y resultados sobre el uso de los recursos, la presión medioambiental y los desarrollos socio-económicos, se aplican las políticas necesarias.

Desde Holanda se ha elaborado un inventario de las medidas sobre circularidad aplicadas en Europa, y se han dado cuenta que la mayoría se centran los niveles más bajos de la circularidad como el reciclaje, la recuperación o la incineración. Por ello instó a definir cuanto antes cómo se quieren medir los datos en los próximos diez años, de forma que la recopilación de esos datos permitan a los gobiernos decidir las estrategias a implementar.

Seguidamente, Mijatovic pasó a ejemplificar la transición hacia la circularidad en la ciudad de Ámsterdam, en donde aseguró que el flujo de tráfico de los residuos ofrecía buenas posibilidades de cambio con las empresas locales. Así, después de estudiar los impactos económicos y socio-económicos de las medidas a adoptar, se contactó con una consultoría experta en economía circular para analizar los indicadores para el conocimiento de las competencias de la ciudad en materia de sostenibilidad.

Así, se constató que los flujos de los residuos por el área metropolitana de la capital holandesa podían aportar valor añadido a la economía local, concretamente en dos sectores: en la construcción, con el desarrollo de 70.000 viviendas de obra nueva edificadas mediante estrategias circulares, y en la recogida separada se los residuos compostables de las viviendas.

Todo este proceso se patentiza en tres tipos de indicadores:

  • Los indicadores primarios, que proporcionan información sobre el uso de materias primas de una región.
  • Los indicadores de tablero, que cubren temas como el reciclaje, la energía y la biodiversidad.
  • Los indicadores de transición, que reflejan el grado de renovación institucional de este sistema.

A pesar de ello, Mijatovic reconoció que la principal complicación será la recopilación de datos, especialmente para las empresas. Lo definió como el mayor reto de la transición hacia una economía circular: cómo se va a gestionar y compartir la información de los indicadores.

Mijatovic finalizó su intervención explicando el proyecto en el que está embarcada en estos momentos, consistente en la construcción de casas con materiales sostenibles pero también relacionado en cómo están conectados estos edificios. Se trata de un proyecto modular medido con unos porcentajes que indican el éxito de la empresa.

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