El teniente de alcalde de Estrategia Económica, Trabajo y Promoción de la Ciudad del Ayuntamiento…

Sonia Ruiz: «Vamos a reimaginar el presente y el futuro»
Sonia Ruiz inició su ponencia señalando tres sesgos de su carrera profesional. El primero fue sus más de 20 años trabajando en temas de sostenibilidad y en varios sectores, desde una empresa minera hasta la ONG Greenpeace. Ello implica tener una visión amplia de la transformación continua, de forma que ahora las empresas hablan de capitalismo regenerativo.
El segundo sesgo es su doble capacidad de consultora y profesora en ESADE. De esta manera se da cuenta de las necesidades y de las problemáticas de las empresas, como la falta de gente preparada para lleva a cabo los cambios necesarios, algo que se intenta acelerar en la enseñanza en la escuela de negocios. Y el tercer sesgo es la capacidad de interrelacionar los puntos de la sociedad, ya que la economía circular es consecuencia de cambios sistémicos de la sociedad.
Tras este preámbulo, Ruiz realizó una fotografía del entorno mundial actual destacando en primer lugar cómo el Foro de Davos indicó que los principales problemas mundiales están relacionados con el cambio climático. Son temas medioambientales interrelacionados y que, por tanto, no podemos solucionar individualmente. “Necesitamos gente con una capacidad de relación tremenda”. Para ello destacó como herramienta importante el Big Data.
Respecto a la sociedad actual, Ruiz subrayó como característica general la desconfianza hacia instituciones como las administraciones, las empresas o los medios de comunicación, una desconfianza que puntualizó en un 70% de la población mundial. Por ello concluyó que “tenemos que explicar muy bien el cambio hacia la economía circular”.
A ello se une un nuevo perfil de consumidor, “más consciente sobre el medio ambiente, que mira qué hay detrás de cada producto”. Por ello, las empresas ven en la economía circular una propuesta de valor que las obliga a adoptar un rol mucho más responsable con la salud del planeta. Incluso el mundo inversor va hacia medidas de mundo sostenible. Así, las empresas deben rendir cuentas con datos transparentes, incluso con criterios medioambientales, alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Pero no sólo las empresas deben modificar su comportamiento. También la legislación europea debe adaptarse a la transición hacia la economía circular con el llamado ‘green deal’, el pacto verde con el que se abre un camino para una Europa neutra en acciones climáticas, pero las empresas deberán anticiparse a esos cambios legislativos.
Todo ello transformará también el rol del CEO. De hecho, líderes de empresas mundiales de reconocido prestigio ya se están posicionando en temas sociales o relacionados con el medio ambiente y actúan para movilizar a los consumidores para activar temas de impacto medioambiental. Una transformación que empezó en los años 90 con la intención de adelantarse a los problemas de reputación de las empresas.
A partir de 2015, la sostenibilidad se hace transversal y se integra en los procesos de producción. Poco después se entró en una fase más integral, donde las empresas crean planes y ecosistemas con todos sus agentes, además de introducir cambios sistémicos al preguntarse cuál es el reto que tienen como empresa.
Así, crece la necesidad del pensamiento analítico y crítico, de la innovación, la creatividad y el análisis de datos (big data), además del liderazgo, la influencia social y la inteligencia emocional. Los perfiles profesionales de la nueva economía son totalmente distintos a los actuales. “Vamos a reimaginar el presente y el futuro”.